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Al mirar una pieza de diseño pueden surgirnos preguntas: ¿cómo habrá sido concebida?, ¿cuál habrá sido el proceso de diseño? ¿qué habrá sido lo más difícil de su fabricación?

En ocasiones, sólo podemos imaginar cómo se habrán ensamblados los elementos para lograr la solidez requerida y el confort necesario de la pieza. Pero la colección de sillas Polo, un trabajo para Capdell del estudio Yonoh responde desde su mismo diseño a muchas de nuestros interrogantes.

Polo es una colección de sillas creada a partir de listones planos. Sus acabados y la manera en que están conectados sus elementos permiten comprender la pieza en su esencia, a partir de un diseño cuidado que aporta al resultado una liviana complejidad.

La colección Polo está formada por sillas con estructura de madera de haya, cuyos asientos pueden ser laminados o tapizados. Una colección con alma.

Hemos conversado con Clara del Portillo y Álex Selma, integrantes del estudio Yonoh, para conocer las cualidades y los entresijos de la colección Polo.

¿Cómo empieza el proceso creativo en Yonoh?

Para nosotros es muy importante que cada proyecto tenga un porqué. En el caso de la colección Polo, hemos buscado que fuera un producto icónico. La base de la colección es una figura muy geométrica que, combinada con la madera, nos ha permitido conseguir una pieza muy cercana a las personas. Cuando te sientas en Polo encuentras un confort que difícilmente podrías conseguir con otro material.

¿En qué consistió el encargo de Capdell?

La firma nos pidió una colección de sillas de madera que fuera muy diferente a lo que tenían hasta el momento. Que fuese un producto fresco. De ahí que decidiésemos jugar con los tornillos vistos, con las uniones de los listones planos de madera que fueron la base de nuestro trabajo.

¿Por qué escogisteis el nombre de Polo para la colección?

El nombre deriva de los palos que se emplean para jugar a polo. Nos inspiramos en ellos. En ellos encontramos la idea inicial para conseguir una pieza útil y confortable. En Polo, hemos trabajado para unir la geometría pura y el confort.

La colección también nos recuerda a los juegos de Meccano, con sus tornillos a la vista.

Cierto. Nosotros hemos querido darle una vuelta al concepto y trabajar los detalles. Por eso, la colección Polo es rica en detalles partiendo de la simplicidad y la esencia. Podría ser una silla dibujada por un niño.

¿Cómo definiríais Capdell como marca?

Para nosotros, Capdell es sinónimo de seriedad y de seguridad. Es una empresa que ha sido capaz de sortear las crisis con éxito y sigue apostando por el diseño y por su proyecto. Además, nos aportan frescura porque ellos mismos están en constante búsqueda de la renovación. Capdell es una firma que te acompaña desde que los tiempos de estudiante. Estudias la marca, te hablan de ella y sueñas en poder trabajar para ella algún día. Y, encima, es valenciana. Desde estudiantes veíamos sus productos en las revistas y trabajar con ellos era uno de nuestros sueños y objetivos como diseñadores.

¿En qué proyectos trabaja ahora vuestro estudio?

Estamos muy centrados en producto, pero nos gustan mucho los retos. Por eso trabajamos en proyectos muy diferentes. Siempre nos hemos centrado en mueble, iluminación y en hábitat en general y ahí seguimos, pero también hemos hecho piezas de pequeño electrodoméstico, piezas más grandes…

¿Cómo os planteáis vuestro presente y vuestro futuro como diseñadores?

Yonoh tiene casi 15 años y siempre decimos que 10 años han sido de lucha. Y ahora, por fin, podemos hacer lo que queremos. El estudio está en un buen momento porque podemos diseñar para firmas que nos gustan y trabajar en proyectos que nos ilusionan. Sean objetos grandes o pequeños, lo que buscamos son proyectos que nos llenen de satisfacción cada día. Nos gusta ir a trabajar contentos y felices porque, al final, eso se transmite en cada proyecto.