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Claesson Koivisto Rune es un estudio sueco de arquitectura fundado en Estocolmo en 1995 por Mårten Claesson, Eero Koivisto y Ola Rune. Se ha convertido en una oficina multidisciplinaria y premiada internacionalmente que pone un énfasis equivalente en la arquitectura y en el diseño.

La relación de colaboración entre Capdell y Claesson Koivisto Rune ha sido larga y fructífera. El estudio sueco ha diseñado productos tales como las mesas Tri-Star y Gazelle, las butacas y sofás Plum, las sillas Miró y los taburetes Droplets, que recientemente han incorporado mesas nuevas a la colección. Claesson Koivisto Rune también ha diseñado tejidos nuevos para Droplets, en el marco del nuevo proyecto creativo de Capdell.

¿De dónde nace la idea de desarrollar mesas para Droplets?

De observar las formas que adopta el agua sobre superficies planas. Las siluetas son muy bellas. Tomamos fotografías de ese fenómeno y escaneamos las imágenes. A partir de ese momento, escogimos las siluetas que más nos gustaron. Se convirtieron en los diferentes elementos de la colección. Algunas son los asientos y otras, las mesas.

¿Cuál es su propósito?

Diseñar islas de asientos – y mesas – que pudieran funcionar en ambientes muy diferentes. Una línea cuya geometría pudiera encajar en diversos espacios, con muebles que no fueran ni “redondos” ni “cuadrados” en su apariencia.

Como diseñadores de Droplets, ¿en qué tipo de espacios veis vuestras piezas?

De hecho, en cualquier tipo de espacio en que sea necesario sentarse durante un minuto o dos. O durante más tiempo. En cualquier sitio y en cualquier lugar.

¿Cómo describiríais el proceso de desarrollar este proyecto textil que se basa en Droplets?

Queríamos crear patrones sin una dirección clara. Por eso, las piezas en sí mismas – la colección Droplets – carecen de dirección. No existen ni “izquierda” ni “derecha” en el diseño. Y, así, los tejidos debían seguir ese mismo principio.

¿Qué queríais comunicar con ellos? ¿Cuál fue la inspiración?

Una vez más, observamos diferentes fenómenos naturales y los abstrajimos. La diferencia es, quizás, que los tejidos son mucho más abstractos en su aspecto final que los muebles. El origen de la inspiración de los tejidos ya no es visible. Y eso nos parece bien.

¿Cómo definirías el resultado final de los tejidos?

Creemos que han quedado muy bien. Los hemos usado en proyectos y les gustan a quienes los emplean. Puede que eso sea porque reconocen las siluetas, pero no saben de dónde. También creemos que son muy difíciles de categorizar, desde un punto de vista temporal. Teniendo en cuenta que realmente no siguen ninguna tendencia, parece que existen en su propio lapso temporal.